jueves, 23 de octubre de 2008

PARA LOS NIÑOS TAMBIÉN HUBO

LA NIÑEZ ES LA ESPERANZA DEL FOLCLOR

El cumpleaños de la ciudad sirve como excusa para saber demostrar que no sólo de los adultos es el folclor.

Una de las mejores formas de integrar a la niñez en las tradiciones culturales es la realización de actividades que les motiven a participar. Es el ejemplo, en el onomástico 458 de Ibagué, del 3er. Encuentro Nacional de Danza Infantil Folclórica, realizado por la Corporación Festival Folclórico Colombiano entre el 12 y el 14 de octubre, en el que se rindió un extensivo homenaje a la fallecida ‘novia de Ibagué’, Leonor Buenaventura de Valencia.

Gran cantidad de niños de entre 5 y 15 años de edad, provenientes de Norte de Santander, Risaralda, Quindío, Nariño, Huila, Casanare y, el anfitrión, Tolima, se congregaron en los escenarios representativos de la ciudad como El Salado, Jordán, el corregimiento de Villarrestrepo, hogares comunitarios y centros comerciales, para mostrar sus bailes típicos ante una masiva afluencia de personas.

Aún siendo una jornada larga, para los niños nada se hacía extenso. Cada baile recibía siempre la calurosa recompensa avaluada en un aplauso, un silbido, un grito de repetición de la danza. Tras cada participación, una sonrisa de parte y parte.

“Me gustó mucho que nos hubieran tenido en cuenta, para que mis compañeras y yo pudiéramos disfrutar de estas bonitas presentaciones”, manifestó Jenny Fernanda Valderrama, personera del Hogar de la Joven.

DEDICACIÓN Y APOYO

Fernando Montenegro, director de la escuela Danza y Ritmo Latino del departamento de Nariño, reconoció que tiene como alumnos a más de 15 niños que “están teniendo una gran experiencia, abriendo sus horizontes, mirando otra forma de hacer cultura. Lo más importante es que ellos quieran bailar; que no sea por capricho de sus padres”.

Para Yovanny Concho, con más de 15 años de experiencia como director cultural de la Escuela Sabana, de Casanare, lo más grato es “rescatar los valores perdidos, y más en aquellos que son de bajos recursos. Para bailar, un niño debe tener las ganas de querer aprender cualquier tipo de danza; que de verdad se manifieste el interés”, puntualizó.

PADRES MOTIVADORES: NIÑOS EXITOSOS

El acompañamiento de las cabezas del hogar es también fundamental en su trasegar por el campo del folclor. Es fácil comprobar que los niños entran porque, en muchas veces, llevan el folclor en su sangre. “Esto aleja mucho a los niños del vicio, de la droga, de las malas costumbres, propicia el encuentro con la sociedad, con otras gentes, otras culturas, otros medios. Los padres deberían asistir a los ensayos y enterarse de cuánto se está avanzando en este campo”, concluye gran cantidad de padres de familia.

Muchos de los niños participantes bailan desde hace 2 ó 3 años, lo que los hace conocedores del tema. Jefferson Quintero, bailarín procedente de Risaralda, lleva 3 de sus 12 años dedicado al baile folclórico: “Me gusta porque es bastante alegre. Estoy contento con lo que hago. No conocía Ibagué y me ha parecido una ciudad muy bonita”.

Rugy Marina Rodríguez, de Norte de Santander, ha dedicado también 3 de sus 12 años a la danza folclórica, y se siente agradecida por la invitación, ya que disfrutó al “compartir cultura con mis compañeritos de baile de otras regiones”.

Alejandra Romero es de Ipiales, Nariño. Una tierna criatura de 7 años que ya acumula 2 dentro del baile tradicional. Con sus pocas palabras, reconoce que esta es una ciudad muy bonita y tranquila, llena de niños que bailan muy bien el folclor.

Los ideales de los niños que están vinculados a esta actividad confluyen en desear a los demás niños que se integren a sus escuelas de folclor. Quienes están allí van a cambiar su forma de ver y de pertenecer al mundo y pueden “llegar a cambiar el mundo”, como afirma Cristian Camilo Rincón, participante de Casanare.


Foto 1: Delegación departamento de Norte de Santander: danza 'Los Sapitos'.
Foto 2: Delegación departamento de Quindío, en el Hogar de la Joven.

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